Moyobamba. La justicia ha dado un paso clave en un caso que ha estremecido a la comunidad: el abogado César Arévalo López confirmó que ya se ha formalizado la denuncia penal contra el pastor Oyser Ramos, señalado por presunta estafa agravada a decenas de personas que confiaron en su promesa de acceso a viviendas propias. El proceso ha ingresado a la etapa de investigación preparatoria, lo que indica que el caso ha cobrado seriedad jurídica y podría escalar a medidas más drásticas.
Según Arévalo, el fiscal ha formalizado la denuncia ante el juzgado, y para que sea archivada, se requeriría una autorización expresa del juez, algo poco probable debido a la magnitud del caso y al “alto nivel de sospecha” que se ha evidenciado.
El escenario es alarmante: un universo amplio de agraviados, muchos de ellos actualmente endeudados con el sistema financiero, pagando altas cuotas mensuales por viviendas que nunca recibieron. Mientras tanto, el paradero del pastor Oyser Ramos es incierto. Las oficinas de Aposento Alto, donde supuestamente operaba su proyecto inmobiliario, se encuentran cerradas y no se sabe dónde reside actualmente.
El caso podría derivar en medidas severas como prisión preventiva, impedimento de salida del país, levantamiento del secreto bancario y de comunicaciones. El abogado instó a todos los ciudadanos que se consideren afectados a acercarse para brindar sus testimonios y sumarse a la denuncia.
Este no es solo un caso de presunta estafa: es una herida profunda a la fe, la esperanza y la necesidad de muchas familias que vieron en una promesa religiosa una oportunidad de progreso. La falta de fiscalización y la permisividad institucional hacia organizaciones de fachada como Aposento Alto ha sido cómplice silenciosa de este engaño. ¿Dónde estaban los controles? ¿Cuántos más caerán en estas redes mientras las autoridades duermen? La justicia no puede volver a mirar al costado.
