Los conductores de vehículos del SERENAZGO y la POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ han generado una creciente indignación entre los pobladores tarapotinos debido a su frecuente ESTACIONAMIENTO EN ZONAS PROHIBIDAS. Esta situación se observa en lugares claramente señalizados como ZONAS RÍGIDAS, donde, a pesar de las ordenanzas municipales que regulan el uso del espacio público, muchos de estos agentes se estacionan sin ningún respeto por las normas establecidas.
Un ejemplo alarmante de este comportamiento se puede ver en el frontis de las sedes de la JEFATURA DE LA POLICÍA NACIONAL Y DEL SERVICIO DE ADMINISTRACIÓN TRIBUTARIA (SAT). Estas instituciones, que diariamente llevan a cabo operativos para sancionar a los infractores del estacionamiento indebido, parecen ignorar su propio ejemplo. La imagen que proyectan al estacionar sus vehículos en lugares no permitidos es percibida por la comunidad como una burla y un acto de impunidad.
La pregunta que surge es clara: ¿quién sanciona a estos infractores? si aquellos encargados de hacer cumplir la ley son los primeros en violarla, ¿qué mensaje se envía a la ciudadanía? LA RESPONSABILIDAD DE RESPETAR LAS ORDENANZAS MUNICIPALES DEBERÍA SER UN PRINCIPIO FUNDAMENTAL PARA TODOS, ESPECIALMENTE PARA QUIENES OSTENTAN CARGOS DE AUTORIDAD.
Los ciudadanos sienten que esta conducta no solo es un acto de desdén hacia las normas, sino también una falta de respeto hacia los demás conductores que sí cumplen con las regulaciones. Es esencial que se apliquen medidas correctivas y sancionadoras para evitar que esta situación continúe. No es justo que los miembros del SERENAZGO y la POLICÍA NACIONAL actúen como si tuvieran derechos especiales sobre el espacio público.
La responsabilidad recae no solo en las instituciones, sino también en cada uno de sus miembros. Deben recordar que su deber es servir y proteger a la comunidad, comenzando por ser ejemplos a seguir en el respeto a las normas. La confianza ciudadana se construye sobre acciones coherentes y responsables.
Esperamos que esta problemática sea atendida con urgencia y que se implementen soluciones efectivas que garanticen un uso adecuado del espacio público. Es hora de que todos, sin excepción, cumplan con lo establecido y trabajen juntos por una ciudad más ordenada y respetuosa. (El Ashishito – César Augusto Herrera Luna)
