Lima. La polémica en torno a la congresista María Acuña Peralta no hace más que crecer, tras revelarse que sus tesis de maestría y doctorado habrían “desaparecido” debido al fenómeno de El Niño en 2017, según una insólita explicación ofrecida por la Universidad César Vallejo (UCV), propiedad de su hermano, César Acuña.
De acuerdo con un reportaje de Punto Final, la UCV alegó que los trabajos de investigación de la congresista se almacenaban en el área de logística de su sede en Chiclayo, la cual supuestamente fue afectada por las lluvias intensas. Sin embargo, la universidad no ha presentado ni un solo documento que respalde su versión: ni fotografías, ni informes de daños, ni copias digitales de las tesis. Peor aún, se negó en dos ocasiones a entregarlas hasta que una orden del Tribunal de Transparencia la obligó a responder.
La explicación es, como mínimo, escandalosa. Estamos hablando de una institución universitaria que debería garantizar la custodia de sus archivos académicos, y de una congresista que ocupa un cargo clave como presidenta de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso. La ausencia de transparencia, sumada a la ligereza con la que la legisladora respondió al periodista —evadiendo preguntas básicas sobre sus asesores y el contenido de sus tesis—, evidencia un desprecio alarmante por la rendición de cuentas.
“¿Cuál es tu interés?” y “¿Cuál es tu problema?”, fueron las respuestas de María Acuña ante cuestionamientos legítimos. La falta de rigor, sumada a su actitud defensiva, solo refuerza las sospechas sobre la veracidad de sus grados académicos. ¿Cómo es posible que una congresista con maestría y doctorado no tenga una copia personal de sus investigaciones ni recuerde quién la asesoró?
Este caso pone en duda no solo la integridad de la legisladora, sino también la credibilidad de una universidad dirigida por su propio hermano, quien a su vez lidera el partido Alianza para el Progreso y es actual gobernador regional de La Libertad. La mezcla de intereses familiares, políticos y académicos en este episodio resulta escandalosa y atenta contra la confianza pública.
