Lima, 11 de junio de 2025. En lo que ha sido calificado por diversos analistas como un acto de revancha política, el Congreso de la República aprobó este martes una nueva inhabilitación por 10 años contra el expresidente Martín Vizcarra Cornejo, esta vez por el cierre del Parlamento ocurrido en septiembre de 2019, durante su mandato.
Con 67 votos a favor, 11 en contra y 3 abstenciones, el Pleno dio luz verde al proyecto de resolución legislativa 10977, que argumenta que el exmandatario incurrió en una infracción al artículo 134 de la Constitución, al disolver el Congreso en medio de una crisis política. Esta decisión se logró tras la presentación de una reconsideración por parte de los congresistas Noelia Herrera y Jorge Montoya, luego de que en una votación previa del 30 de abril no se alcanzara el número mínimo de votos.
La medida ha generado suspicacias sobre la verdadera motivación del Legislativo. Para muchos, se trata de un ajuste de cuentas por el cierre del Congreso de 2019, una acción que —aunque respaldada en su momento por amplios sectores de la ciudadanía— significó un duro golpe al poder legislativo de entonces. Hoy, ese mismo Congreso parece haberle pasado la factura.
No es la primera vez que Vizcarra es sancionado por el Congreso: ya acumula tres inhabilitaciones. La primera, también por 10 años, fue por el escándalo del “Vacunagate”; y la segunda, de cinco años, por presuntos vínculos con empresas privadas cuando fue ministro de Transportes. Con esta nueva sanción, se cierra el círculo de un proceso que, más allá del aspecto legal, parece tener un fuerte componente de revancha política.
Mientras tanto, el exmandatario aún no se ha pronunciado públicamente, pero su entorno político señala que se trata de una persecución sistemática, impulsada por un Congreso que no olvida ni perdona el cierre de sus puertas hace casi seis años.