La presidenta Dina Boluarte se encuentra en el ojo del huracán político después de que su cirujano, Mario Cabani, confirmara que la mandataria se sometió a varias cirugías estéticas, incluidas rinoplastia, blefaroplastia y tratamientos faciales, durante una ausencia de doce días entre finales de junio y principios de julio de 2023. Previamente, Boluarte había señalado que el procedimiento fue únicamente «funcional» para corregir un problema respiratorio.
Posibles consecuencias legales y políticas
- El Ministerio Público ha abierto una investigación por omisión de funciones y presunto abandono del cargo, al no informar la intervención ni delegar sus responsabilidades, a pesar de circular imágenes antiguas en redes sociales para disimular su ausencia.
- La Comisión de Fiscalización del Congreso ha iniciado un informe que podría llevar a proponer una moción de vacancia por incapacidad moral permanente, sumándose a otras denuncias como el “Rolexgate” y la muerte de manifestantes.
Contradicción y falta de transparencia
- El cirujano Cabani reveló que Boluarte no pagó inicialmente por los procedimientos, retiró su historia clínica y hasta puso en duda la veracidad de documentos firmados en su nombre durante la recuperación.
- La presidenta lo calificó de “cobarde” por hacer pública la operación, pero esto no ha disminuido la desconfianza ciudadana; encuestas indican que alrededor del 92 % de peruanos no creen en sus declaraciones.
En resumen:
Dina Boluarte enfrenta acusaciones de mentir sobre una cirugía estética y de vulnerar la Constitución por no comunicar ni delegar funciones durante su ausencia. Esto podría desencadenar un proceso de vacancia en un Congreso cada vez más crítico, que cuestiona la legitimidad de su gestión y su integridad moral.
