El accidente ocurrió a pocos metros del Peaje de Moyobamba. El camión cisterna que llevaba gasolina se volcó por no querer pasar y pagar el peaje. Cuando ocurren accidentes como el derrame de combustible industrial en la provincia de Moyobamba, surgen importantes preguntas sobre quién asume la responsabilidad por los daños y las acciones de remediación necesarias. La falta de claridad en los planes de contingencia y en las entidades responsables genera incertidumbre, especialmente en eventos con posibles consecuencias ambientales graves. En este caso, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), adscrito al Ministerio del Ambiente, tomó la iniciativa para supervisar y monitorear la emergencia ocasionada por la volcadura de un camión cisterna de la empresa COPEP del Perú S.A.
El combustible derramado, un derivado del hidrocarburo utilizado en calderas, afectó tanto el suelo como el agua estancada por las lluvias en la zona. El OEFA, a través de su Oficina Desconcentrada de San Martín, verificó las medidas iniciales adoptadas por la empresa responsable, buscando determinar culpabilidades y evaluar el impacto ambiental generado. La entidad también planea tomar muestras de suelo para analizarlas en laboratorios acreditados por el Instituto Nacional de Calidad (Inacal), con el objetivo de obtener datos precisos sobre el alcance del daño.
Una de las principales preocupaciones es el riesgo de contaminación de fuentes hídricas. Imágenes del lugar muestran que el combustible se extendió hacia canales de riego cercanos, los cuales desembocan en el Río Mayo, a aproximadamente 2 km del lugar del accidente. Esta situación podría tener consecuencias graves para los ecosistemas acuáticos y la agricultura en la zona, al tratarse de un área con cultivos de arroz que dependen de dichos canales para su irrigación.
El OEFA se ha comprometido a mantener informadas a las autoridades y entidades involucradas sobre los resultados de sus inspecciones. Sin embargo, la falta de información exacta sobre la cantidad de combustible derramado y la ausencia de un plan de contingencia claramente definido resaltan la necesidad de fortalecer los protocolos y responsabilidades ante emergencias ambientales, para garantizar una respuesta eficaz y prevenir impactos a largo plazo.
Fuente: Diario Voces