El fallecimiento de Roberto Carlos Alvarado Marchena (32), contador de profesión, ha sido confirmado como un homicidio, descartándose la versión inicial de suicidio. Así lo declaró el abogado Alex Ruiz Ramírez, asesor legal de la familia Alvarado Marchena, durante una conferencia de prensa realizada el pasado sábado. El letrado señaló que existen pruebas audiovisuales clave que contradicen la hipótesis preliminar y comprometen directamente a los presuntos responsables.
De acuerdo con Ruiz Ramírez, las imágenes de videovigilancia muestran, de manera presunta, a Roy Patrick Rojas Rengifo (22) perpetrando el disparo contra la víctima. Asimismo, los exámenes forenses practicados a los implicados revelaron que Rojas Rengifo presentó resultados positivos para cationes metálicos de plomo, evidencia consistente con la manipulación de un arma de fuego. En el mismo contexto, Luigi Yassir Rojas Shapiama (25) y Roger Rojas Rengifo (25) también registraron residuos de plomo, lo que los vincularía directamente con la escena del crimen.
El cuerpo de Alvarado Marchena fue hallado en un taller mecánico aledaño al puente Shilcayo, en posición supina y rodeado de un charco de sangre. Pese a que las primeras indagaciones apuntaban a un acto de autoinfligido, la familia del occiso rechazó categóricamente esta versión y exigió una investigación exhaustiva. Los recientes hallazgos forenses y las grabaciones respaldan la tesis de un homicidio doloso.
El abogado Ruiz Ramírez, junto a Percy Alvarado (hermano de la víctima), recibieron los resultados periciales por parte de los responsables del caso. Ante ello, han solicitado formalmente al Ministerio Público la inmediata detención de los tres implicados, a fin de determinar los móviles del crimen que ha conmocionado a la comunidad de La Banda de Shilcayo.